El río en su fluido cauce
Cincela vida, belleza y poesía
En la sinuosidad de sus orillas
El amor auténtico yace
Es Resplandor que se esparce
Reflejando luces y sombras
Da en su fragor que asombra
Evidencias en verdad de tu cárcel
Si te arrimas a sus mansos márgenes
Leerás los carteles que lo nombran?
De quien no lo ha vivido y asoma
Su sapiencia de papel sin imágenes?
Quien trae mente aproxima oscuridades
Y aún así el río sólo siempre refleja
Los Eclipses de conclusiones y quejas
Que de miedo nublan las verdades
Sus aguas acariciándote lo que sienten
Del perfume impregnándote los pies
Y de su frescura halagándote la piel
Incluso de la tibieza vórtice en vientre
Su danza orante adornada de cantos
Sus rimas dibujando instantes de vida
En una belleza que el cielo se convida
En un fluir sin tiempo y de a ratos
Nadarlo y zambullirse… acaso navegarlo
Con cauce a la entereza… acaso integridad
Destino que en esencia… quizás divinidad
Promueve tu grandeza… quizás lo soñado
Ay abundante río elevado a los cielos
Y en arco iris de poéticos colores
Te fundís en mil nubes de sabores
Y te precipitas en lluvias de cortejos
Ay profuso río exaltado a la nobleza
De trovas onduladas y dúctiles cascadas
Serpenteas rumbo a luminosa marejada
A fundirte en dulzura a la sal que versa
Ay pródigo río enaltecido a la libertad
Con peligro confunden A tu misterio
De fluir en un amor profundo y serio
Los que te sentencian por miedo a nadar
Ay caudaloso río sublimado a la infinidad
La plena luz nada hoy en ti llena y entregada
Desnuda de dictamen clamando enamorada
El sentido que por tu SER tiene la Eternidad
Ay río en tu fluido cauce
Cincelas vida, belleza y poesía
En la sinuosidad de tus orillas
Sólo el amor auténtico yace