Como una neblina que todo lo invades
cuando el viento pinta su ausencia
empañando sobria los límpidos cristales
humedeciéndome en el aire de opalescencia
Sí estas en el aire... eres inevitable
Me inspiro entregado y enciendes mi esencia
y el corazón inocente te lleva en la sangre
a cada rincón de mi universo en células
En tus velos danzo feliz sin coherencia
desnudo en la suavidad de nada razonable
tus pliegues y aromas son la deseable vivencia
a la que me fundo disuelto en el aire
Entonces soy brisa recorriendo con hambre
furtivo de prisa de tu sedienta presencia
las manos son alas en tu cielo que arde
surcando la magia... resplandor que empieza