Y tu marea poderosa e invisible
Fue fundiéndose en mi existencia
Devolviéndome a la elocuencia
Que mi resplandor siempre existe
Y la paciente luz de tu encanto
Colmaría de colores tan sutiles
Destilando con amor los elixires
De mi vuelo de amar lo sagrado
Así Te reconocí mar invencible
Purificadora de tanta deriva
Me fundo a tu luminosa vida
Para gestar un amor tan sublime
Así te ofrendo la esplendorosa virtud
De saberme pasionalmente enamorado
De todo lo que tu ser me está brindando
Con delicado y excelso amor en pulcritud